viernes, 9 de diciembre de 2011

¿CÓMO LIMPIO EL EDREDÓN?

 EDREDONES SIEMPRE NUEVOS

Prácticamente todo el mundo está convencido que no hay nada mejor para dormir que el calor que proporciona el edredón nórdico. Abrigan tanto como las mantas y son más ligeros y cómodos.
Cuando dormimos nuestro cuerpo pierde calor, esto, unido a la menor temperatura de nuestras casas por las noches, hace necesario algún elemento que nos aisle de esas temperaturas más bajas y guarde el calor que desprendemos.
Tomando nota de la naturaleza, los patos y su aislante capa de plumón, la industria textil empezó a utilizar este relleno de pluma y plumón para la confección de los edredones nórdicos.
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¿Qué edredón es mejor?
Actualmente existen muchas calidades y tipos de edredones. La principal diferencia es la calidad y la cantidad del relleno. En cuanto a calidad se utilizan tres tipos de relleno:
  • Fibra hueca o acrílico: es un compuesto artificial que, dada su composición y la disposición de su componente, actúa de forma similar al plumón o la pluma, aislando e impidiendo la fuga de calor. Actualmente se comercializan fibras huecas de muy buena calidad y de resultados muy destacables, sobre todo teniendo en cuenta la relación calidad-precio.
  • La pluma y el plumón son los aislantes térmicos por excelencia en la confección de edredones. A la hora de adquirirlos lo importante es mirar en la etiqueta la proporción de ambos. La calidad es mayor en al medida que contenga mayor cantidad de plumón. Entre dos edredones de plumón el de mayor volumen es el ideal y, a igual volumen, el de menor peso.
La tela que envuelve el plumón y las plumas y da la forma de edredón puede ser de materiales textiles muy variados. Lo aconsejable es el algodón o el lino.
La funda que proteje el edredón, funda nórdica, suele ser de algodón y dan el toque personal decorativo al conjunto.

¿Cómo se lava?
El mantenimiento diario del edredón es muy sencillo y nos lo marca el sentido común, airearlo, unos golpes, mullirlo y en un par de minutos la tarea está hecha.
El problema viene a la hora del lavado. Este debe realizarse una vez por año. Lo recomendable es seguir las instrucciones de la etiqueta del fabricante. La mayoría se pueden lavar en agua y la lavadora es el instrumento que nos ayudará a realizar una limpieza correcta. Ahora bien, dado el volumen y el tamaño de los edredones, ya sean de plumón como sintéticos, la mayoría de las lavadoras no tienen capacidad para realizar un lavado correcto. El edredón no se mueve, el detergente no se reparte uniformemente, el aclarado no es correcto y, por lo tanto, el resultado final, desastroso. Manchas amarillas que no tenía, apelmazamientos de la pluma, zonas prácticamente secas, a las que no ha llegado el agua, etc. Un desastre. 

El secado
Otro problema que nos surge es el secado. Si no disponemos de una secadora de aire caliente, le costará mucho tiempo secar, con el riesgo de que surjan manchas amarillas y olores, y una vez seco, la pluma  quede apelmazada. Tendremos que darle "una buena paliza" antes de que recupere su estado inicial. Puede ayudar introducir en la secadora tres o cuatro pelotas de tenis para que con su golpeo ayuden a soltar el plumón. Introducirlas en la lavadora, como se comenta en diversos foros, no sirve de nada.

En las tintorerías disponemos de lavadoras de tipo industrial en las que el espacio no es problema y de secadoras apropiadas, volteo con aire templado, para que el resultado final sea el esperado. Por un precio ajustado, alrededor de 20€, nos evitaremos riesgos y resultados indeseados.También contamos, alguno de nosostros, con servicio a domicilio.

Siguiendo estos consejos alargaremos la vida de nuestros edredones y que el fin para el que están diseñados, el calor y confort, sean los deseados. 
Podéis planteanos vuestras dudas con la seguridad que estas serán atendidas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

CONTINUAMOS...








LLÉVALO AL TINTE, ACERTARÁS


Creative Commons. Glowing wings. Especialista en limpieza en agua.
Hay situaciones, que todos hemos vivido, en relación con el mundo de las manchas, en las que hemos actuado de forma correcta y en otras hemos arruinado la prenda. Ante todo, nadie es infalible, y los consejos que se puedan dar en ocasiones no dan el resultado esperado. 
La tapa de un bar, el resbalón inoportuno de un camarero en el restaurante, el coche que nos salpica, la trapa del garaje...y así hasta cansarnos de relacionar el origen de esa mancha
Nos ofecerán toallitas con desmanchante, sprays milagrosos, limón y una servilleta, polvos de talco, etc. Todos los remedios en teoría serán eficaces, pero... Tendríamos que recordar el blog anterior, en el que hablamos de las calidades de las prendas y los tratamientos que soportan, por eso, por ejemplo, lo que puede dar resultado en un algodón puede ser nefasto en una lana fría. Nunca frote su corbata con toallitas ni nada similar, la mayoria de las corbatas son de seda y cualquier fricción con un producto desmanchante lleva consigo la pérdida de color.
Mi consejo es muy sencillo y fácil de interpretar, sino se está seguro de lo que tiene que hacer, no lo haga y acuda cuanto antes a un establecimiento especializado, con la seguridad de que le ofrecerán las mejores opciones para que esa mancha desaparezca. Les ofrecerán sus servicios, les dirán cómo lo pueden hacer en su casa o, en el peor de los casos, que no hay remedio.